Friday, November 22, 2013

El paciente./ The patient.

Después de darse cuenta que estaba borracho, José decidió irse manejando hasta su casa. El vehículo se movía en zigzag en el medio de la calle mientras los otros conductores evitaban colisionar con su Malibú color tornasol año 1978. De repente le entraron las ganas de orinar y decidió estacionarse al frente del hospital del pueblo para buscar un baño. Mientras los encargados de seguridad estaban entretenidos por un nuevo ingreso en ambulancia, José se escabulló entre los presente y violó la seguridad del lugar. José caminaba con dificultad y se sostenía con las paredes para no caer al suelo mientras el hipo no se detenía. Justo antes de entrar al baño una enfermera le sostiene el brazo y grita, ayúdenle a caminar, creo que tiene una dislocación. Se acerca a él y le pregunta, ¿cuáles son sus síntomas?, ¿se siente bien?, y él le murmurea, tengo ganas de orinar. La enfermera entró en pánico, tal como lo había estudiado todo el parte médico, el virus se propagaba por el orina. Se lo llevó a la sala de emergencias mientras José asombrado no se atrevió a mencionar palabra. Se notaba desorientado y mareado, tiene que quedarse internado, afirmó el doctor más experimentado. Después de unas horas de observación lo llevaron a la habitación, le tomaron más muestras de sangre, exámenes eran ordenados sin cesar mientras la borrachera se le cortaba del asombro. Tres días después, los doctores se reúnen y le dan el resultado final a todos los exámenes, los médicos estaban muy complacidos, todos los resultados eran negativos y se había descartado lo peor. Por fin se podía dar de alta al enfermo, tranquilo José, vivirá muchos años más, le dijeron. Atónito por su suerte y avergonzado por sus actos decidió darles las gracias a todos por ser tan amable con él. Muchas gracias dijo, pero yo solo quería mear. 

After he realised he was drunk, Jose decided to leave the bar and get back home driving. His car moved in zigzags from one side of the street to the other while other drivers tried to avoid colliding with his colorful Malibu year 1978. Suddenly he realised he needed to find a place where to urinate and decided to park his car in front of the old hospital. As an ambulance was delivering a patient by the time and the security staff was busy helping with this issue, he managed to break into the premises. After getting into the building he walked through the ER as he lied against the wall hiccupping unstoppably. A nurse came running on his help to evaluate his condition. I think he has a dislocation she yelled, are you ok?, the staff girl asked. I just need to for number one, Jose murmured. Following these words the nurse panicked as the medical team had already established that the latest virus was contagious and transmitted mainly through the urine. She took him back to the room as a surprised Jose decided not to mention a word. Since he looked disoriented and dizzy, a senior gp recommended he stayed for further examination. After a couple of hours in observation, he was transferred to a room for additional blood testing meanwhile his drunkenness abruptly stopped. After three more days of this, all doctors involved were very pleased with the final results, all negatives, avoiding the worst case scenario, fortunately. He finally could go back home, congratulations Jose, you shall live many more years, someone added. Static for his luck and ashamed for his actions he decided to thank all for being so kind to him. Thanks he said, but I just wanted to take a piss.

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