El Túnel./ The tunnel.

Los primeros cincuenta metros eran los más difíciles. Eran un poco resbalosas las escaleras por la humedad que reinaba en el descenso. Los pasamanos permitían un caminar más seguro mientras las luces de emergencia eran encendidas una a una para permitir el alumbrado del tramo que conduciría al estacionamiento. En la parte recta del trayecto se encontraban las otras puertas que contaban con los mismo privilegios, para escapar de los más miserables que solo les interesaba el dinero de los locales. Al final se encontraban los autos último modelo esperando ser encendidos por sus celosos dueños. El color predilecto era el color rojo, los motores eran encendidos y sus rugidos alegraban la fibra de todos los presentes. El encendido de las luces terminaba de alumbrar los últimos veinte metros del trayecto, los más importantes que permitirían encontrarse con la luz del día. Esa misma luz que alumbraba a todos, todo lo contrario a las sombras, que ocultaban a todas horas el camino de la entrada y de la salida. 

The first fifty meters were the most difficult of the downhill stairs. The steps were slightly slippery due to the humidity through the descent. The handrails allowed an easier and a better grab while the emergency lights were turned on one by one as he passed through. In the same walking path other doors with the same privilege could be found. All doors led to the same destination. The car parking at the back, that gave freedom to the members to escape from the hideous junky locals without being seen. All cars in the car park were brand new, being the red color the most popular. The sound of the engines excited everybody in the place specially to their proud owners. After turning on the high beam lights, all cars slowly departed one by one. From the last twenty meters of the exit door, it could be seen the outside day light. The same day light that shined up above all. Opposite to the shadows, that hided the entrance and exit way at all times.